Superlibro

Lección:

Concéntrate en la meta y la misión, sin importar tu miedo, circunstancias o distracciones.

Extras

• Perfiles de personajes

  • Paul encadenado

    Descubrir más
    

    Paul encadenado

    

    Como prisionero, Pablo tuvo que enfrentarse a las autoridades de Roma.Antes de llegar allí, enfrentó un desastre tras otro, y cuando el viaje parecía más terrible, Dios le dio la fuerza para continuar e incluso ministrar a otros en sus horas más oscuras.Pablo escribió cuatro libros de la Biblia del Nuevo Testamento mientras estaba detenido en Roma mientras esperaba para comparecer ante Nerón.Pablo sabía que recibiría una gran recompensa de Dios cuando terminara su tiempo en la tierra.

    • Referencias de la Biblia

      • 1° Corintios 9:22
      • Hechos 22:25-29
      • Hechos 16:37
      • Hechos 18:1-3
      • Hechos 23:16

  • Publio

    Descubrir más
    

    Publio

    

    Publio, el principal funcionario de la isla, mostró gran bondad hacia Pablo y los demás náufragos. A través de Pablo, Dios sanó al padre de Publio, mostrando Su poder y amor a Publio y al pueblo de Malta.

    • Referencias de la Biblia

      • Hechos 28:8
      • Hechos 28:8

  • Capitán Julio

    Descubrir más
    

    Capitán Julio

    

    Julio, un oficial romano y capitán del Regimiento Imperial, mostró gran bondad a Pablo. Entonces el barco se partió.Los soldados querían matar a Pablo, pero Julio quería perdonarlo. Julio dejó que Pablo llevara a cabo su plan. Todos fueron salvados.

    • Referencias de la Biblia

      • Hechos 27:4
      • Hechos 27:4

• Guía de Aventuras

  • 

    Aventuras bíblicas de Tuercas – Tu nueva aventura con Dios

  • 

    Milagro en Altamar - Guía de discusión familiar

• Videos

  Milagro en Altamar - Poema de salvación

  • 

    Milagro en Altamar - Poema de salvación

  • 

    Jesús se aparece a Pablo

  • 

    Pablo arrestado

  • 

    Pablo aborda el barco

  • 

    El naufragio

  • 

    Pablo mordido por una serpiente

  • 

    Pablo siente el peligro

  • 

    Pablo da el visto bueno

  • 

    El padre de Publio es sanado

• PREGUNTAS Y RESPUESTAS

  • ¿Por qué Dios nos dice que no nos quejemos?

    Quejarse es una señal externa que no has puesto tu confianza en Dios. Él desea bendecirte, pero solo puede derramar sus bendiciones si caminamos por fe. Si nos quejamos porque nos hace falta fe, eso le impide a Dios darnos su bendición.
    
    
    
    Vemos un ejemplo claro de esto cuando los hijos de Israel están en el desierto, después que Dios dramáticamente les sacó de Egipto. Debido a sus quejas sobre sus circunstancias, mientras iban rumbo a la Tierra Prometida, Dios declaró: "Los cadáveres de todos ustedes quedarán tirados en este desierto. Ninguno de los censados mayores de veinte años, que murmuraron contra mí" (Números 14:29). El apóstol Pablo dijo: "Háganlo todo sin quejas ni contiendas" (Filipenses 2:14). Más adelante, en el libro de Filipenses, él da el antídoto a las quejas: "Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!" (Filipenses 4:4).
    
    
    Descubre el amor y el plan de Dios para ti

    • Números 14:29
    • Filipenses 2:14
    • Filipenses 4:4

  • ¿Por qué dicen las personas que la gracia de Dios para Pablo es "increíble"?

    La gracia es recibir algo que no mereces. Eso es diferente al concepto de misericordia. La misericordia es no recibir castigo por algo que sí mereces. En el Antiguo Testamento, la palabra "gracia" es una traducción de "charis", una palabra que en griego aparece más de 170 veces. El apóstol Pedro escribe: "Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor" (2 Pedro 1:2). La gracia es un regalo de Dios. Es Dios interviniendo en nuestras vidas para que se haga su voluntad, a pesar de las circunstancias que podamos enfrentar.
    
    
    
    Habrá momentos donde cometemos errores. Puede parecer que nos enterramos en un hoyo nosotros mismos del que no podemos salir. La gracia de Dios está allí para sacarnos, sin que nosotros hagamos algo para escapar. Si te encuentras en una posición donde parece que no hay respuesta o salida, pídele a Dios que traiga su gracia a esa situación. Luego, continúa agradeciéndole por trabajar en tu vida. La bendición de Dios viene a pesar de nuestra debilidad, fallas y pecado. Es por eso que el gran escritor de himnos, John Newton, quien fue capitán de un barco de esclavos, pudo recibir el perdón de Dios y escribir estas palabras: "Sublime Gracia del Señor que a un pecador salvó, Fui ciego más ahora miro yo, perdido y Él me halló".
    
    
    Descubre el amor y el plan de Dios para ti

    • 2° Pedro 1:2

  • Dios le habló a Pablo. ¿Cuáles son algunas formas en las que Dios habla a su pueblo?

    Jesús dijo: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen" (Juan 10:27). En el libro de Romanos, el apóstol Pablo dice: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios" (Romanos 8:14). La Biblia dice: "Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo»" (Isaías 30:21).
    
    
    
    Básicamente, hay siete formas en las que Dios habla a su pueblo hoy. La primera y más importante es a través de las Escrituras. La Biblia es el estándar que usamos para juzgar cualquier otra forma de comunicación, que creemos viene de Dios.
    
    
    
    La segunda manera en que Dios se comunica es a través de su Espíritu Santo, quien habla directamente a nuestro espíritu. Esto puede ser por medio de una voz pequeña que oímos en nuestro corazón, a través de un sueño o una visión. Debido a que esta revelación es sobrenatural, es importante confirmar que lo que crees oír realmente viene de Dios.
    
    
    
    Esto nos lleva a la siguiente forma que Dios nos dirige, que es por medio de una confirmación. La Biblia dice: "Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos" (2 Corintios 13:1b). Dios nos hablará y luego, nos dará las otras seis formas de escuchar su voz para poder confirmar que lo que Él nos dice realmente viene de Él.
    
    
    
    La siguiente clave es consejo de gente que aman a Dios. La Biblia dice: "en la abundancia de consejeros está la victoria" (Proverbios 11:14b). Dios no se ofende si buscamos confirmación a través de nuestro pastor, padres, maestros o de amigos maduros en la fe. De hecho, Él es bendecido cuando buscamos confirmar su guía en nuestras vidas.
    
    
    
    Otra clave importante de oír la voz de Dios es por medio de su paz. La Biblia dice: "Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos." (Colosenses 3:15a). Aquí, la palabra "gobernar" en griego es lo mismo que un árbitro. Entonces, la paz de Dios es como un árbitro que nos dice si estamos seguros en su voluntad o "fuera" de ella.
    
    
    
    La siguiente clave para oír la voz de Dios es la profecía personal. Dios usará profetas del Nuevo Testamento para hablarnos de su voluntad y también, para confirmar su voluntad en nuestras vidas. Las Escrituras dicen, en el libro de Amós: "En verdad, nada hace el Señor omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los profetas" (Amós 3:7). El apóstol Pablo nos dice que anhelemos profetizar porque Dios anima a su iglesia por medio de este don especial del Espíritu Santo (1 Corintios 14:39). Pero, recuerda, la profecía del Nuevo Testamento es para edificar, exhortar y consolar (1 Corintios 14:3). No es de juicio.
    
    
    
    La última forma que Dios usa para hablarnos es a través de circunstancias. Algunas personas se enfocan mucho en circunstancias, descuidando las otras seis claves de la guía de Dios. Otras personas no prestan suficiente atención a las circunstancias y a veces, siguen adelante, aunque tal vez hayan escuchado la voz de Dios sobre cierta dirección. Entonces, debemos analizar las circunstancias junto con las otras seis claves de la guía de Dios. Lo maravilloso es saber que como Dios te ama, Él se comunica y puedes oír su voz y saber su voluntad hoy.
    
    
    Confía en los planes de Dios para ti

    • 1° Corintios 14:39
    • Romanos 8:14
    • Isaías 30:21
    • Juan 10:27
    • 2° Corintios 13:1
    • Isaías 55:12

  • Como Pablo, ¿Dios bendice a quienes comparten nuestra fe?

    Sí. En 2 Corintios, capítulo 5, el apóstol Pablo utiliza dos metáforas para describir el ministerio cristiano en el mundo. Pablo nos llama los embajadores de Dios sobre la tierra (2 Corintios 5:20). Un embajador es enviado por un rey o presidente a una tierra extranjera para representar y declarar la voluntad de ese gobernante.
    
    
    
    Pablo también describe al creyente como ministro de reconciliación (2 Corintios 5:18): "... "Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación" (2 Corintios 5:19). Cada cristiano es llamado a ser un ministro.
    
    Cada uno de nosotros tiene una asignatura especial que Dios desea que cumplamos en esta vida. Entonces, al hacer esas cosas por las cuales Dios te ha creado, puedes ser una bendición a quienes están a tu alrededor, tu familia, tus amigos y en tu escuela. También, puedes ser bendición para quienes están a tu alrededor, al caminar en obediencia a Dios y recibir las bendiciones que vienen como resultado de esa obediencia.
    
    Finalmente, puedes ser una bendición al demonstrar el amor y gracia de Dios en tu vida diaria. Las personas, quienes no conocen a Dios, verán su amor a través de tus actos amorosos.
    
    
    Descubre el amor que Dios tiene para ti

    • 2° Corintios 5:20
    • 2° Corintios 5:18
    • 2° Corintios 5:19

  • Con una fe como la de Pablo, ¿podemos reflejar el poder de Cristo?

    ¡Por supuesto! En Juan 14:12, Jesús les prometió a sus discípulos: "Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre". Jesús explicó que cuando ascendiera al cielo, enviaría al Espíritu Santo, quien sería nuestro ayudador y nuestro consolador: "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho". (Juan 14:26).
    
    Jesús le dijo a sus discípulos: "Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto". (Lucas 24:49). Entonces, antes de ascender al cielo, le dijo a sus seguidores: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra". (Hechos 1:8). No fue hasta que Jesús fue bautizado y el Espíritu Santo descendió sobre Él, que Jesús empezó a hacer milagros mientras estuvo en la tierra.
    
    
    
    De la misma forma, Dios quiere usar a cada creyente para mostrar su poder y gloria sobre la tierra. Para poder movernos en el poder de Dios, no solo debemos recibir al Espíritu Santo en nuestro corazón, con la salvación, sino que también debemos recibir la llenura del Espíritu Santo en un bautismo de poder, como Jesús lo hizo en su bautizo por agua. Cuando nos rendimos a Dios de esta manera, Él nos llena sobreabundantemente con su Espíritu Santo, el cual nos da el poder de ser sus testigos. La palabra "cristiano" literalmente significa "de Cristo". Dios nos ha llamado a cada uno de nosotros para ser como Jesús. No somos Cristo, pero a través del poder del Espíritu Santo, podemos hacer las cosas que Jesús hizo, según nos dirija su Espíritu Santo.
    
    
    
    Una forma buena de entenderlo es pensar cómo el sol es diferente de la luna. Dios es como el sol, que envía su luz y poder al universo. Nosotros somos como la luna porque somos un objeto inanimado, que no puede dar algo de valor por sí mismo. Sin embargo, cuando recibimos la luz y el poder del sol, podemos reflejar esa luz a la oscuridad de este mundo. Entonces, cuando las personas nos miren, verán la luz de Jesús.
    
    
    Confía en los planes de Dios para ti

    • Juan 14:12
    • Juan 14:26
    • Lucas 14:29
    • Hechos 1:8